viernes, 2 de septiembre de 2011

Dolor

De repente deja de doler todo el tiempo. Se transforma el dolor como pasa el verano, el calor, la humedad. Se va y aún se queda grabado más adentro de la piel. Así, como las cicatrices, cuando vuelve el calor pica y no queda más que rascarse hasta que se inflama de nuevo, hasta que queda rojo y, a veces, hasta que vuelve a sangrar.
Pero hasta podría decir que ya no duele, que cuando pienso en ti, si trato de desdibujarte pronto ya casi no se siente nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario